La banda estadounidense Stone Temple Pilots, una de las sobrevivientes de la corriente grunge de principios de los noventa, dio un contundente show en el estadio Luna Park, donde repasaron sus clásicos y presentaron un puñado de canciones de su último disco.
La agrupación liderada por el vocalista Scott Weiland desembarcó en Argentina por segunda vez desde que se reunieron en 2008, en el marco de la gira de promoción de su placa "Stone Temple Pilots" y brindó además una segunda fecha el domingo en el Estadio Orfeo de la provincia de Córdoba.
22.00, Weiland -vestido con una impecable camisa blanca, chaleco negro y corbata con nudo flojo- subió al escenario junto a los hermanos Dean DeLeo (guitarra) y Robert DeLeo (bajo) y el baterista Eric Kretz.
El show se inició con "Crackerman" que Weiland siempre canta utilizando un megáfono, desatando el coro del público.
Siguieron a puro con "Wicked Garden", otra de su álbum debut ("Core" de 1993), y "Vasoline" (del disco "Purple" de 1994).
"Hola Argentina, How are you?", saludó por primera vez Weiland mezclando español e inglés, para luego arremeter con dos de su último trabajo, el corte de difusión "Between the Lines" y "Hickory Dichotomy".
La banda sonó super compacta y potente, aunque durante todo el recital se percibió un desajuste de sonido respecto a la voz de Weiland, que sonó algo baja y siempre tapada por los instrumentos.
En la reposada "Big Empty" se lució el mayor de los DeLeo, un versátil guitarrista que no sólo es una máquina de lanzar riffs, sino que además es capaz de meter los punteos más delicados y construir abrazadores climas como en esta canción perteneciente a su segundo disco.
Weiland, ya con la camisa transparentada por el sudor, cantó luego el único cover de la noche, "Dancing Days" de Led Zeppellin, que sonó fabulosa en la reinterpretación de estos idóneos músicos.
Dos de los éxitos más grandes de la banda, que desataron el delirio del público: "Plush" e "Interestate Love Song", con el vocalista dejando cantar varios pasajes a los fanáticos.
Al final, hubo lugar para otra del nuevo disco, la blusera "Huckleberry Crumble" y para el hitazo "Sex Type Thing" que marcó el cierre del show.
La banda retornó al escenario para los bises, donde las escogidas fueron otras dos glorias del pasado: "Dead And Bloated", de nuevo con Weiland y su megáfono, y "Trippin' on a Hole in a Paper Heart".
Tras 18 canciones y una hora cuarenta de show, Los Stone Temple Pilots se despidieron ovacionados por el público argentino, que se retiró del Luna Park saciado de tanto rock.
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